Sarah vive en Australia, con su hijo Adam, su hija Allison, su perro Plip y tres gatos.
Su carrera como artista empezó muy modestamente y a pesar del notable éxito de sus dibujos, Sarah mantuvo siempre un perfil bajo. No quiere publicidad de ningún tipo y nunca da entrevistas ni siquiera con fines comerciales.
Sarah comenzó su carrera en una pequeña agencia de publicidad. Después de su casamiento y el nacimiento de su primer hijo comenzó a dibujar el mundo como desearía que fuera para sus hijos. Así surgieron sus primeros 20 dibujos, en los que se cuentan historias de niños con sus mascotas. Sarah ofreció estos dibujos
a una de las más importantes empresas de tarjetas de salutación. Inmediatamente reconocieron su talento y publicaron sus dibujos en tarjetas de cumpleaños.
Sarah comenzó su carrera en una pequeña agencia de publicidad. Después de su casamiento y el nacimiento de su primer hijo comenzó a dibujar el mundo como desearía que fuera para sus hijos. Así surgieron sus primeros 20 dibujos, en los que se cuentan historias de niños con sus mascotas. Sarah ofreció estos dibujos
a una de las más importantes empresas de tarjetas de salutación. Inmediatamente reconocieron su talento y publicaron sus dibujos en tarjetas de cumpleaños.
En la década del 80 comenzó a ser conocida en todo el mundo. Su universo, impregnado de dulzura y romanticismo sigue haciendo soñar a millones de niñas. Los personajes que creó transmiten la dicha y la ternura de los temas propios de la infancia: la amistad, la naturaleza, los animales y los juguetes.